Malos principios quieren los gitanos… pero seguro que los propietarios de la ganadería de Pedraza de Yeltes y su director José Ignacio Sánchez están encantados con que no sea así.
Además el destino quiso que fuese picado por el mayoral de la ganadería, Agustín Sanz… que va a las órdenes de Leandro, uno de los toreros de la casa y muy relacionado con la finca desde su infancia, pues perteneció a su abuelo y él fue bautizado en el ruedo de la plaza de tientas.
Pero la primera oreja a un cuatreño de Pedraza se la cortó Alberto Aguilar al tercero de la tarde, el salpicado “Medilonillo-4″.