Pedraza aprobó con nota

Posted by on jul 18, 2012 in Noticias | 0 comments

Los toros de Pedraza de Yeltes se examinaban ayer en Azpeitia de una peculiar y nada fácil reválida. Pues bien, aprobaron con nota alta superando la obtenida en Madrid con sus novillos el pasado mes de abril, fecha en la que la ganadería tomó antigüedad. El balance fue muy claro: tres toros (primero, segundo y tercero), aplaudidos en el arrastre; uno, el cuarto, fue premiado con la vuelta al ruedo convirtiéndose así en el mejor toro de la Feria y dos, los dos últimos, bajaron bastante la calificación. Cuatro de seis es nota muy alta para lo que se acostumbra a ver en una corrida de toros. Por éso a Luis Uranga y a José Ignacio Sánchez, presentes en el callejón de la plaza, les llovieron las felicitaciones, bien merecidas por otra parte. Especial mención mereció ayer el toro número 23, ‘Sombreto’ de nombre, con un peso cercano a los 650 kilos. Enorme, largo, hondo, musculado, colorado de capa y bien armado. Un auténtico ‘pavo’ que sorprendió, a pesar de su romana, por la movilidad y por un continuo y noble embestir que asombró a propios y extraños. Con toda justicia y ya finalizada la Feria, fue el mejor toro de los dieciocho lidiados en Azpeitia.

El bombón de chocolate le cayó en suerte a Leandro, que estuvo acompañado desde el callejón, por su apoderado Pablo Chopera. Era el cuarto de la tarde y Leandro, que vio enseguida lo que podía hacerse con aquel toro se desprendió de sus zapatillas y toreó largo y lo mejor que supo, que no es poco. Pero la oreja segura y el delirio subsiguiente se esfumaron por arte de biribirloque por culpa de los aceros. «Qué bien torea y qué mal mata», comentaban a mis espaldas. «¡Qué pena¡» exclamaban los menos exigentes. Quedó, al término de la faena, el aplauso y la vuelta al ruedo para el toro y las palmas cariñosas para el torero.

La tarde de cierre de Feria fue una moneda de dos caras en la que únicamente Alberto Aguilar encandiló al respetable. Fue la cara. El menudo y bravo torero, que recibió en el inicio del festejo el Premio Kintela al triunfador del pasado año, pasó de dibujos y posturas, de exhibiciones artísticas y de imagenes que son reflejo del pase por alguna escuela taurina que fue, precisamente, de lo que pecaron sus oponentes.

En su primero, donde hizo lo mejor, se puso en lidiador puro y se metió al público en el bolsillo. Aguilar es ya, para siempre, ‘torero de Azpeitia’ y ése título no se lo quita nadie. En el sexto, uno de los dos peores ‘pilaricos’ de la tarde, porfió hasta lo indecible pero no pudo conseguir nada.

En la cruz de la moneda, un Matías Tejela hueco, soso y aburrido y un Leandro (a quien veremos en Illumbe en Semana Grande) que repartió a partes iguales detalles de clase y de desacierto. Tiene aún mucha tela por cortar el torero que, por otra poarte, puede presumir de una de las mejores ‘plantas’ del escalafón. Pero, ya ven, el pequeñito Aguilar se llevó el gato al agua sin necesidad de envidiar la altura de sus oponentes.

Buena Feria taurina. Quizá una de las mejores de los últimos años. Buenos toros los tres días, cada encaste con su pequeña historia y con su emoción y, como remate, el ‘nacimiento’ de un nuevo hierro, el de Pedraza de Yeltes, que va a dar mucho que hablar en el futuro.

Hay motivos pues de sobra para felicitar a la Comisión Taurina y al pueblo de Azpeitia que ha vuelto a poner al Toro en lo más alto.